En 2023, la amenaza del ransomware se consolidó como una preocupación crítica a nivel global.
Según el Think Ahead Report 2024, elaborado por NeoSecure by SEK, el 73% de las brechas de seguridad informática a nivel mundial estuvieron vinculadas a ransomware.
Este tipo de cibercrimen se ha normalizado, convirtiéndose en una amenaza cotidiana.
A nivel global, los actores de amenazas relacionadas con ransomware aumentaron más del 200% en 2023. En Sudamérica, el incremento fue aún más alarmante, alcanzando un 443%.
Los tres principales actores de amenaza en la región fueron LockBit, 8Base y BlackCat, cada uno con tácticas y objetivos específicos.
La región se posiciona como la cuarta más afectada por cibercriminales, superada solo por Norteamérica, Europa y Asia.
NeoSecure by SEK, empresa reconocida por su oferta en ciberseguridad, reveló en su reporte que la proliferación de actores de ransomware está generando un escenario más complejo para la protección de datos.
El ransomware impactó diversas industrias, desde energía hasta comercio electrónico, afectando significativamente la cadena de suministros. En 2023, Brasil registró el mayor número de brechas (87), seguido de Argentina (27), Colombia (18), Chile (14) y Perú (10).
Estos países, siendo los de mayor tamaño y desarrollo en la región, son objetivos frecuentes debido a la operatividad de redes de agentes especializados.
Fernando Fuentes, Portfolio Manager en NeoSecure by SEK, explicó que el modelo de negocios del ransomware ha mostrado una efectividad considerable en el ámbito cibercriminal.
«Probablemente veremos un aumento en los casos de doble y triple extorsión, con técnicas más sofisticadas para incrementar el costo a las víctimas«, señaló Fuentes.
En Colombia, las brechas de seguridad se ven agravadas por la estructura tecnológica variada y la falta de actualizaciones constantes.
Jonathan Hernández, Pre-Sales Manager de NeoSecure by SEK en Colombia, indicó que los atacantes han explotado vulnerabilidades surgidas de la rápida adopción de tecnologías digitales durante la pandemia.
Para enfrentar estos riesgos, las organizaciones deben adoptar un enfoque integral en ciberseguridad, que incluya políticas estrictas de actualización y capacitación del personal.
La segmentación de redes y dispositivos avanzados de detección y respuesta también son cruciales, junto con un plan de respuesta a incidentes bien estructurado.
Finalmente, Hernández subrayó la importancia de compartir información sobre amenazas entre entidades públicas y privadas para fortalecer la defensa contra el crimen organizado.
Esta colaboración puede ser vital para contrarrestar la creciente amenaza del ransomware en la región.
Lee el artículo completo y descubre más!